Relojes
Reloj digital: fundamentos y usos
Los relojes son un elemento imprescindible en la vida diaria de la mayoría de personas. Bien en la muñeca, colgados en la pared o sobre la mesa, la presencia de un reloj les permite conocer la hora. Esa es, básicamente, su función. Tanto si se trata de un modelo analógico como de un reloj digital.
Entre los relojes de pulsera todavía se pueden encontrar muchos modelos analógicos de aguja, lo mismo que sucede en los de mesa y pared. Pero los digitales van ganando terreno, y ya hay muchos modelos de reloj digital de mesa. También de pared. Se encuentran sobre todo en oficinas y entornos industriales, y cumplen diversas funciones.
Reloj digital: funciones
Un reloj digital sigue teniendo como función digital dar la hora en tiempo real. Pero también cuenta con otras funciones. Por ejemplo, puede funcionar como cronómetro. Entonces se puede programar para que el reloj proporcione una cuenta del tiempo que transcurre en la realización de una actividad determinada. Siempre hacia adelante, aunque también se le puede programar para que lleve a cabo una cuenta atrás de uno o dos minutos. En este caso, el reloj contará con todo lo necesario para poder iniciar la cuenta de tiempo a voluntad. También para detenerla cuando acabe la actividad.
En cuanto a su funcionamiento como calendario, un reloj digital es capaz de mostrar tanto el día como el mes del año. Generalmente, esta información suele ya venir integrada en el reloj digital. Pero no es visible a primera vista. Para acceder a estos datos hay que pulsar algún botón dispuesto a tal efecto en el dispositivo, tanto si es de muñeca como si se trata de un reloj digital de mesa o de pared.
Composición y funcionamiento de un reloj digital
La mayoría de relojes digitales muestran la hora mediante números que se forman en un panel LED. El tamaño de este panel puede ir desde unos pocos milímetros en el caso de los relojes de pulsera hasta más de un metro. La luminosidad con la que los LED componen los números se puede regular, aunque no en todos los modelos.
Generalmente sí se puede hacer en un reloj digital de pared destinado a oficinas o a uso industrial. Pero es más complicado en un reloj de pulsera. En estos casos suelen contar con iluminación adicional para ver la hora en condiciones de baja luminosidad.
Un reloj digital pensado para uso industrial se caracteriza pues por tener unas dimensiones bastante generosas. Eso sí, los modelos actuales han evolucionado desde relojes con un grosor pronunciado hasta unidades prácticamente planas, con sólo unos milímetros de fondo. De cada a optimizar su precisión, además, suelen integrar un sistema que ajusta su desviación para que no se retrasen. O como mucho, para que sólo lo hagan unos pocos segundos.
A la hora de configurarlos, se puede optar por modelos que haya que conectar a un ordenador para ajustar sus funciones. Pero los que se pueden ajustar mediante infrarrojos con ayuda de un mando son ya muy frecuentes. Estos tienen la ventaja de una configuración cómoda, que puede realizarse sin necesidad de retirar el reloj de donde esté colocado. Tanto si se trata de un modelo de pared como de un reloj digital de mesa.
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